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agua mineral, oro azul

Agua mineral. Ahora que aprietan los calores es cuando se frotan las manos los “fabricantes” de agua.

Por tierra, mar y aire nos bombardean en la tele y con carteles en las calles diciéndonos que debemos atiborrarnos del agua “Fuente Vieja” o “Solar de las chivas” y docenas de otras marcas.

Nos están vendiendo agua metida en un plástico. A un precio entre 300 y mil veces el del precio del agua del grifo.

Por si fuera poco – y aunque está prohibido en el caso de agua mineral- se publicitan sus propiedades “curativas” como que adelgaza, depura, etc.

Y lo que es más, la mayor parte del agua mineral embotellada es… ¡agua del grifo!!! . Sí, la misma que sale de nuestro grifo pero a la que le han quitado el mal sabor y le han añadido algún mineral. Una parte ínfima del agua envasada proviene realmente de manantiales o pozos.

El consumo actual de agua embotellada está sobre los 391.000 millones de litros. Esto es un disparate ya que, especialmente en los países desarrollados hay agua potable del grifo en todos los hogares.

Dentro de poco nos venderán también el aire “respirable”  Agua, Botella, Deseo, Agua Mineral, Botella De Agua

Tengamos en cuenta que el mejor recipiente para el agua es el cristal, no el plástico. Las botellas de plástico, al transportarlas o dejarlas en la casa al sol o cerca de fuente de calor se calientan. El plástico, cuando se calienta puede emitir sustancias potencialmente tóxicas para nosotros. Además el plástico, si no se recicla adecuadamente necesita 450 años para degradarse. Demasiado tiempo.

Quitar el sabor del agua del grifo es sencillísimo. Sólo hay que pasarla por un filtro de carbón activado. Estos filtros cuestan unos pocos euros y además retienen el cloro, pesticidas y otros productos dañinos. Otro método simplísimo es dejar el agua en un recipiente de cristal, abierto, para que se evapore el cloro y se vaya su olor. Por esto fuera poco, también podemos hacer pasar el agua por rodajas de limón o de pepino para darle un frescor agradable.

 

 

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